Caso Lucio Dupuy: cómo fueron los últimos minutos de vida del niño asesinado por su madre y su pareja
Redacción - 30 enero, 2023
Los datos aportados en el juicio dan cuenta de que el menor atravesó minutos de agonía y horror.
A días de que se conozca el veredicto, el asesinato de Lucio Dupuy conmocionó al país y las pruebas que se sumaron en cada audiencia complican aún más a la madre, Magdalena Espósito Valenti, y su pareja, Abigail Páez. Los últimos minutos de vida del pequeño estuvieron marcados por la violencia y la saña de las dos imputadas.
Los datos que surgieron de la vida del chiquito de 5 años y cuatro meses revelaron una historia de maltrato y abuso que convirtieron el caso en el infanticidio más conmocionante del país en las últimas décadas.
Su padre, Christian Dupuy (27), al día siguiente de la muerte de Lucio detalló unas de las aristas del caso: “La Justicia nunca me escuchó, siempre favoreció a la madre por más abogados y mediaciones que realicé. Hoy pagó mi hijo”. Así asomaba la historia de la pelea legal y una Justicia y el Estado que descuidó a Lucio.
Lucio en su corta vida estuvo un año y medio con sus padres biológicos, dos años bajo la tutela de sus tíos paternos y un año y medio en el hogar de su madre y la novia.
El recuento de los chats entre la madre y su novia desnudaron la tortura que sufría. Y como esa relación descargó furia contra Lucio, en un desenlace fatal.
Los últimos 19 minutos, la agonía de Lucio
El asesinato del menor ocurrió el 26 de noviembre del 2021. Ese día, la madrastra de Lucio, Abigail Páez, salió de su casa, en Allan Kardec 2385 de Santa Rosa, con el nene en brazos a las 21.26 horas según mostraron las cámaras de seguridad.
Inició un raid vertiginoso. Fue a la posta sanitaria del barrio Río Atuel para que reanimaran al nene: la salita estaba cerrada. Había unos policías enfrente, en la sede la Unidad Regional de la capital pampeana: no quisieron meterse ni atenderlo ni trasladarlo.
Unos vecinos le hicieron reanimación: reaccionó apenas, hizo una arcada, cuando lo atendió una mujer, una enfermera profesional. En ese momento, otros vecinos, Eduardo Mourino y su madre Lady Ester Soria, se acercaron y subieron a Páez y al nene a un auto y la llevaron al Hospital Evita.
Llegaron poco después de las 21.30. El médico Hugo Argüello recibió al nene. Tenía vómito y sangre en la boca, un gran moretón en el glúteo derecho y golpes por todo el cuerpo. Intentó la reanimación, pero sin resultado. El profesional certificó su muerte: 21.45 horas. Pasaron solo 19 minutos desde que Páez salió de su casa con Lucio en brazos.
En ese momento, el médico le preguntó a Páez qué había pasado: dijo que había dejado al nene solo, “por 15 minutos”, para llevar a la madre a su trabajo. Y que cuando regresó el nene estaba golpeado: lo bañó y salió a buscar ayudar.
Cuando le dijeron que Lucio murió, Páez fue a buscar a Espósito a su trabajo: las cámaras muestran que fue al hotel Casino Club -donde trabajaba la madre de Lucio- a las 21.59. Había entrado a trabajar a las 19.57, según indican las cámaras. Juntas van al hospital Evita donde estaba el cuerpo de Lucio.
La madre y su pareja fueron detenidas. A las 2.28 horas de la madrugada del 27 de noviembre allanaron la vivienda donde vivían las mujeres con Lucio. Cuando la policía llegó al lugar había un televisor tirado en la cama y la ropa revuelta: era una escena preparada, confirmó la investigación.
La acusación contra la madre y la novia
La acusación de los fiscales y la querella sostiene que Abigail Páez y Magdalena Esposito Valenti, el viernes 26 de noviembre de 2021, entre la hora 17:30 y las 19:40 agredieron físicamente y sexualmente a Lucio Dupuy.
Le dieron golpes en los brazos, las piernas y el cuerpo que causaron múltiples lesiones: tenía moretones en abdomen, tórax, espalda, rostro y cráneo. Además otro hematoma en la espalda: era la marca de la suela de la zapatilla que tenía Páez la noche del crimen.
Los golpes le provocaron la acumulación de sangre y líquido en el cerebro, la rotura del hígado y una hemorragia interna provocó la acumulación de sangre en la zona del estómago. “Estas lesiones le provocaron la muerte, después de una agonía”, afirmaron los fiscales, en base a la autopsia realizada por el médico Juan Carlos Toulousse.
Pero además la autopsia reveló que “ambas abusaron sexualmente del niño con acceso carnal en reiteradas oportunidades (…), lo cual produjo en el niño lesiones de vieja y reciente data”. También tenía mordeduras en el brazo izquierdo. Así lo expresa la acusación fiscal.
Los fiscales Verónica Ferrero, Walter Martos y Marcos Sacco afirmaron en el juicio oral que esas lesiones y la muerte fueron causadas por la madre y su pareja.
Sobre ellas pesa la acusación: homicidio agravado por haber sido cometido con saña y alevosía y abuso sexual ultrajante (por la duración y la forma en que fue cometido). En el caso de Magdalena Espósito Valenti tiene otro agravante por ser madre y de Páez por ser su guardadora.
La querella de Christian Dupuy, representada por el abogado José Mario Aguerrido, agregó otra acusación: el crimen de odio.
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