Buscan a un peligroso asesino en Neuquén: se trata de Matías Jairo Bugallo, quien cometió un crimen en el año 2006. El hombre se encontraba en prisión en el penal de Zapala y no regresó de una salida transitoria.
Cabe recordar que Bugallo fue condenado a perpetua en 2006 por el crimen cometido en Neuquén Capital. Junto a un cómplice, asesinó a su amigo Eduardo Antonio Iribarra a golpes con una pala y un martillo mientras la víctima estaba durmiendo.
Como consecuencia, a la víctima le fracturaron los huesos del cráneo y sufrió pérdida de masa encefálica. Se supo después que el motivo del crimen tuvo que ver con que habrían visto a Iribarra hablando con un grupo de policías. Antes del crimen, los asesinos estuvieron junto a la víctima compartiendo bebidas alcohólicas.
El prófugo
Bugallo se declaró inocente y los defensores se concentraron en desacreditar al testigo, alegando que "nada de lo que dice fue corroborado mediante pruebas científicas y que probablemente el autor del hecho sea el que pretende atribuírselo a otro".
Ahora, el prisionero contaba con salidas transitorias y al no regresar, la policía lo busca intensamente. Se emitió un alerta en toda la provincia para dar con su paradero y proceder a su detención. El hombre mide 1.70 metros de altura, tiene contextura física delgada, tez morena, cabello largo negro y ojos marrones.
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