Devolvieron a la provincia de Río Negro una colección de fósiles que contenían piezas de ámbar, esqueletos completos de hadrosaurios y fósiles de plantas que mediante una alerta internacional, la Aduana evitó que fuera contrabandeada a España. Las piezas fueron trasladadas al Museo Bernardino Rivadavia de Río Negro.
Por el hecho quedaron imputados el director del Museo privado del Lago Gutiérrez, Rodolfo Pedro Corsolini, y su hijo Julián Corsolini. Cabe mencionar que no estaban registrados ante la Secretaría de Cultura de Río Negro, como es necesario en estos casos.
El fiscal de la causa, Rafael Vehils Ruiz, solicitó el procesamiento de los imputados, por considerar que apelaron a "sofisticados métodos de ocultamiento para sacar la colección paleontológica del país, bajo el pretexto de una supuesta mudanza a España".
Escándalo por un posible contrabando de una colección de fósiles
Se sospecha que algunas piezas provienen de otros países y que el acusado Julián Corsolini, las ingresó al país de contrabando. El gobierno de la provincia emitió un comunicado asegurando que llevó adelante el operativo de recuperación del patrimonio que los acusados intentaron contrabandear a España en 2020.
Los vecinos de Corsolini notaron algunos movimientos extraños y decidieron realizar la denuncia. Sin embargo, cuando el aviso llegó a la Aduana, los bienes ya habían salido del país.
La DGA emitió entonces un alerta internacional solicitando a la Aduana de España la detención e inspección de los contenedores. Tras realizar esta tarea, comenzaron los trámites para que las piezas volvieran a la provincia.
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